The Elder Scrolls V: Skyrim - Hearthfire


Fecha de lanzamiento: 4 de septiembre de 2012


¿No te basta con las casas que tenías hasta ahora en Skyrim? ¿Quieres un hogar que puedas personalizar a tu gusto? Si son éstas tus inquietudes estás de enhorabuena, y es que Hearthfire es la respuesta a tus plegarias. No esperes una historia o nuevas localizaciones, a cambio de 400 Microsoft Points sólo tenemos un puñado de detalles domésticos para engordar la experiencia The Elder Scrolls.
A pesar de que Bethesda Softworks prometió para Skyrim unos contenidos descargables que fueran más expansiones en el sentido de Oblivion que añadidos algo más breves al estilo Fallout 3, lo cierto es que tanto The Elder Scrolls IV en su momento como esta quinta entrega de la serie han encontrado hueco en sus planes de DLCs que dejen sitio a add-ons mucho más modestos.

Es el caso precisamente de Hearthfire, una segunda cita con este tipo de contenidos que en esta ocasión se vuelca en todo lo que tiene que ver con la casa del protagonista. Este aspecto, quizá algo desatendido en el juego original, recibe aquí una infinidad de detalles en la que es la única oferta del DLC. ¿Innovador? Sí. ¿Económico? También. ¿Interesante? ... Dependerá del usuario puesto que es un añadido principalmente cosmético.


Hogar, Dulce Hogar 
Los videojuegos de Bethesda Softworks siempre han mostrado cierta inquietud por algunos aspectos que a menudo pasan por alto otros estudios pero que ayudan profundamente a lograr esa sensación de inmersión tan habitual de sus lanzamientos. Uno de estos elementos ha sido tradicionalmente el de las casas, una opción muy habitual en sus productos y que ha sido tratada casi siempre de una forma muy similar. En momentos determinados de sus aventuras se nos ofrecía comprar una pequeña propiedad dentro de algunas de las ciudades, un lugar casi siempre bastante básico en el que se podía dormir y almacenar los objetos que portáramos.

La idea con la que surge Hearthfire es la de engordar esta vertiente en el caso concreto de Skyrim, permitiéndonos personalizar a fondo nuestro hogar cuando en el juego original sólo podíamos comprar un puñado de muebles para las diferentes habitaciones que conformaban nuestra vivienda. Opciones, opciones y opciones para un DLC con mucho más de editor que de expansión jugable.

Para comenzar bastará con habernos ganado la confianza de los Jarls del área donde queramos erigir nuestra casa, y tras obtener de ellos el derecho a hacernos con tierras ponernos en contacto con uno de los administradores de propiedades de Falkreath, de Lucero del Alba y de la ciudad de Morthal para conseguir la escritura de esos terrenos donde comenzar a edificar. A partir de entonces, y con la mesa de diseño, podremos levantar desde los mismísimos cimientos nuestra propia casa, y hacerlo con bastantes opciones a la hora de hacerlo a nuestro gusto. En todo momento debe quedar claro que esto no es Los Sims, así que definitivamente no hay un abanico de alternativas tan amplio como en el título de Maxis, sin embargo sí hay los suficientes parámetros como para que la experiencia sea bastante satisfactoria.

Skyrim - Hearthfire
¿Cómo quieres que sea tu casa en Skyrim? Gracias a Hearthfire puedes definirlo.
Podemos definir con cierto nivel de detalle el aspecto general del edificio e ir añadiéndole o quitándole complementos como las diferentes habitaciones como dormitorios, cocina, biblioteca, laboratorios e incluso invernaderos, todo ello con la obligación de crear nosotros mismos los suelos, techos, puertas, etcétera... Además hay otros detalles tanto útiles como ornamentales ya sean alas para la estructura principal del bloque, torres que sobresalen por encima de la línea del tejado, viveros, jardines...

De forma más concreta y con un nivel de detalle más alto también se abren ante nosotros infinidad de complementos que elaborar en nuestro banco de trabajo de carpintería. En todo ello funciona la clásica estructura de las materias primas, de modo que se dibuja un horizonte de objetos y recursos que gestionar para fabricar todas las cosas que necesitaremos ubicar en nuestra casa a modo de objetos caseros como cerraduras, cofres, vitrinas... etcétera. Los materiales se pueden comprar de manos de algún personaje como Rayya o Valdimar, pero no es la única relación con otros NPCs que podremos trabar gracias al add-on.

Y es que el otro gran titular de Hearthfire es el de la posibilidad de formar una familia, y es que si en Skyrim ya podíamos contraer matrimonio aquí hay un paso más. No podemos tener hijos de una forma propiamente dicha, pero sí que existe la opción de la adopción de los muchachos que conocemos en nuestros viajes por las ciudades. Así tras trasladar a nuestra esposa (marido) a nuestra humilde morada, podemos también llevar a tener un pequeño con el que podremos hablar, darle regalos o incluso jugar. Al margen de la familia también hay otros detalles sociales curiosos aunque ciertamente menores como la posibilidad de contratar un bardo, o la de solicitarle al propio contratista que tengamos algunas opciones de transporte en casa.

Skyrim - Hearthfire X360
La sala de trofeos no podía faltar. Ahí podemos ubicar a nuestras mayores conquistas.
Hearthfire no es, desde luego, un añadido que aporte a Skyrim algún matiz de juego de defensa de torres y dista mucho de intentar serlo, pero lo cierto es que nos propone la lucha contra los indeseables que se acerquen a nuestra vivienda. La cosa es tan sencilla como la de resolver los combates con magia o a espadazo limpio, pero la posibilidad de definir el aspecto de nuestra vivienda para ser más rápidos a la hora de defender nuestra propiedad le da un cierto toque estratégico.

Por lo que respecta al acabado técnico del producto, éste está, como cabía esperar, muy por encima de lo visto en el lamentable Dawnguard. Hay algunos bugs y problemas específicos de mayor o menor importancia, pero ninguno entorpece gravemente el devenir de los acontecimientos de este DLC de apenas poco más de 70 megas.

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